Lilián Camacho en facebook

Comparto unas líneas de un libro apasionante escrito por un cervantista que es, a la vez, un Humanista, en el sentido clásico del término; se tratade un libro para disfrutar, para poseer: va una probadita para ver si alguien se anima a comprarlo:
"Para cuestionar, promero hay que saber. ¿Qué va a discutir el ignorante? Si cuestionar es "controvertir un punto dudoso, proponiendo las razones, pruebas y fundamentos de una y otra parte" corresponde al proceso de lectura. Pero si cuestionar es "poner en duda lo afirmado por alguien", conviene primero entenderlo, pensarlo y saborearlo, o sea, saber; de lo contrario, se disparará la crítica desde la ignorancia, desde un yo que aplasta compulsivamente a un él (el autor del texto).
Cuestionar, ¿desde qué marco? No se cuestiona desde el vacío. La nada no existe. El pensamiento no es neutro. Quien critica, sea consciente o no, lo hace desde un marco (Lakoff), desde una visión del mundo /.../ Leer es entender lo leído y responder al mensaje. La respuesta no tiene que ser, de inicio, una duda. Cuestionémonos primero a nosotros mismos"
¡Qué belleza! ¡Es un privilegio poder levantarme un domingo a leerlo!: Antonio Barnés Vázquez, Elogio del libro de papel, Madrid, Rialp, 2014.

Comentarios